Por Ramon Antonio Veras (Negro)
Abstención, desigualdad y lacras sociales
1.- Lo que el medio dominicano deja ver, a los que aquí habitamos, no requiere
un examen profundo, porque se advierte a simple vista, sin el mayor esfuerzo.
2.- La mayoría de la población dominicana, es la más llamada a tener un cabal
conocimiento de la realidad, de lo positivo y negativo que nos rodea.
3.- El pueblo tiene todas las posibilidades para tomar en consideración las
condiciones de vida que ofrece el régimen social que sirve de guía y condiciona
a los miembros de la comunidad.
4.- La mujer o el hombre dominicano, ¿qué recibe como contribución para su
pleno desarrollo en lo material y espiritual, bajo el actual régimen económico y
social?
5.- El ser humano para tener una vida digna precisa disponer de lo
indispensable, con lo que no cuenta la mayoría de la población dominicana.
6.- Nuestro pueblo está viviendo en condición de pobreza, y en un medio
dominado por violencia, criminalidad, drogadicción, narcotráfico y corrupción
generalizada en el sector público y privado.
7.- El accionar político está centralizado en partidos que, en su generalidad,
responden al statu quo, que genera una profunda desigualdad de
oportunidades.
8.- En su conjunto, la sociedad dominicana está degradada en lo ético y moral,
deterioro que se manifiesta desde la familia, hasta el Estado, con sus órganos e
instituciones.
9.- En ese angustiante cuadro social, político e institucional, es que en el país se
organizan los procesos electorales e invitan a las ciudadanas y a los ciudadanos
a ejercer su derecho al voto, en las condiciones más variadas de artimañas y
argucias politiqueras.
10.- Partidos políticos utilizados como negocio, atraen a posibles votantes por
medio de prebendas y pago como precio del ejercicio al sufragio.
11.- La sociedad dominicana donde estamos viviendo hoy, está en situación
humillante e ignominiosa, deshonrosa, afrentosa, en fin, nos encontramos
metidos en un fango.
12.- En ese ambiente envilecedor, no es nada raro que ante el llamado a votar,
la ciudadana y el ciudadano decidan abstenerse, ya cansados de tanta
desvergüenza, vagabundería y desfachatez politiquera.
13.- La correcta y decente decisión de millones de ciudadanas y ciudadanos
abstenerse de votar, el pasado 19 de mayo, es la respuesta a un régimen
económico que condena a la mayoría del pueblo a la pobreza.
14.- La renuncia de una gran cantidad de dominicanas y dominicanos a
sufragar, es la respuesta de un pueblo hastiado de miseria, criminalidad,
narcotráfico, politiquería y otras manchas que nos dañan como país.
15.- No hay que buscarle la quinta pata al gato para explicar la reciente y
reiterada abstención. Hay que examinar el sistema social y todas sus lacras,
desde la desigualdad, hasta la podredumbre de la sociedad.