Por Ramón Antonio Veras ((Negro)
Nuestra juventud, ¿en qué está?
1.- El día sábado 16 de junio, en curso, 2024, atendiendo a una invitación que recibimos de la embajada de Cuba, asistimos a un encuentro por el 34 aniversario de la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba. Este acto contó con la presencia del héroe nacional comandante Delio Gómez Ochoa.
2.- Posteriormente, el día jueves 20 de este mismo mes y año, en Santiago de los Caballeros, fuimos al Parque Memorial a los Héroes de Junio de 1959, para compartir en el acto convocado por la Fundación Constanza, Maimón y Estero Hondo, y la seccional de la UASD, Santiago, como homenaje a los héroes y mártires del 14 y 20 de junio de 1949 y 1959. Esta reunión sirvió, además, para rememorar al héroe nacional Julio Raúl Durán, en los cien años de su nacimiento.
3.- Nos motivamos a escribir este artículo y hacer referencia a los dos encuentros, uno de contenido democrático e internacionalista, y el otro, patriótico y solidario, porque observamos que ambos contaron solamente con la asistencia del mismo segmento generacional.
4.- En la actividad efectuada en la ciudad capital, como la llevada a cabo en Santiago, comprobamos que estábamos acompañados de mujeres y hombres de épocas pasadas. Personas de corta edad no se dejaron ver en los encuentros a los cuales hemos hecho mención. Los jóvenes no se dieron por invitados, y si fueron convocados, no honraron el llamado.
5.- El lugar de la juventud, se supone, está ahí, donde se desarrolla la brega por el progreso social. Cuantos espacios se abren para incidir por el grato porvenir, son para los jóvenes obrar.
6.- Por qué, a causa de qué, cuál es la razón que motiva a que la juventud dominicana de hoy se comporte apática, dando demostración de desinterés ante asuntos en los cuales debe estar entusiasmada por el significado que los mismos encierran.
7.- La etapa crítica que vive la nación, le dice a los jóvenes que ellos están en la obligación de darles riendas sueltas a su intenso dinamismo para llegar a tener un mejor país.
8.- Ahora no estamos viendo a la juventud dominicana animada y decidida, como la de otros tiempos, que se caracterizó por ser la fiel intérprete de los cambios que anunciaba una hermosa esperanza.
9.- La actual generación de dominicanos y dominicanas está llamada a ser la continuadora de la que en tiempos pasados probó ser consecuente con la lucha que, en general, libraba la gran mayoría del pueblo.
10.- La experiencia que hemos vivido en estos últimos días, con el proceder frío de nuestros muchachos y muchachas, es desazonador. Lleva a cualquiera a angustiarse, a sentirse con falta de certidumbre sobre el futuro del país.
11.- Ser joven y sentirse comprometido con su país y la humanidad entera, es por convicción estar presente en el momento y lugar donde debe estar un militante concurrente a tomar en cuenta para contribuir.
12.- No cuadra en la juventud hacerse la desentendida; encogerse de hombros, y dejar de estar haciendo acto de presencia para aportar. Lo suyo es intervenir, ocuparse, atender al llamado.
13.- Lo que la realidad le impone a la joven y al joven de esta época, es actuar; ser querellante social; denunciante de todo lo que lesiona al ser humano, no importa dónde ni cuándo.
14.- Los jóvenes de la presente generación exhiben frialdad, imperturbabilidad ante las tantas dificultades que debe enfrentar la gente del pueblo trabajador. El calor, la calidez y el afecto de las muchachas y los muchachos, no se están dejando sentir.
15.- A jovencitas y jovencitos dominicanos de ahora, les hace bien enganchar el conjunto de sus ideas y valores, con lo que fue el accionar político y social de su precedente generación, que supo escribir páginas gloriosas defendiendo los más puros intereses nacionales, sin dejar de tener sentir internacionalista.