La iglesia católica aseguró que a iniciar el presente año escolar creía que las relaciones entre la ADP y el Ministerio de Educación serían armoniosas, y tomarían en cuenta que el presente y futuro de tantos estudiantes que provienen de hogares pobres no tendrían nuevos tropiezos.
“Sin embargo, estamos viendo que lamentablemente no será así” manifestó en el Periódico Camino órgano de difusión del Arzobispado de Santiago.

Dijo que el paro de la docencia en algunos lugares muestra que tendremos otro año lleno de escollos, en un campo tan esencial como es la educación para el desarrollo de los pueblos.“Así no podemos continuar. ¿Dónde se ha escondido la prudencia y la sensatez que la ADP y el Ministerio de Educación no pueden encontrarla?”
Plantea que no se puede seguir jugando cada año con este divorcio entre las instituciones que están llamadas a garantizar un derecho tan básico para cada persona, como es tener una educación de calidad.
Camino hizo un llamado a la ADP y al Ministerio de Educación para que no continúen ahondando la brecha entre aquellos que gozan de los avances cada día más sofisticados en la educación y los pobres, que ven languidecer la esperanza de formarse en los centros educativos públicos con la misma calidad que en los privados.