Por Ramón Antonio Veras (Negro)

Para romper el dominio de la minoría nacional

.- Las clases sociales que representan el subdesarrollo, hoy dominan a la República Dominicana, y que siga siendo así, no depende de su voluntad,  sino del accionar de quienes se oponen a que predomine semejante situación.

2.- Los cambios sociales son obra de las mujeres y los hombres  que creen que el porvenir llegará, porque así lo deciden los que hacen de actores de lo nuevo, los transformadores.

3.- La confianza en sí mismo es lo que ha hecho posible que el ser humano domine la naturaleza, poniéndola a su alcance y disposición.

4.- La idea anterior sirvió a Máximo Gorki, para razonar en el sentido de que: “Hay que hacer comprender al hombre que él es el creador y el dueño del mundo, que sobre él recae la responsabilidad de todo el mal de la tierra, pero que a él le incumbe también la gloria de todo el bien de la vida”. 

5.- La difícil situación que padece el pueblo dominicano no será superada por lo que se benefician de la desgracia nacional, sino por quienes adversan las injusticias.

6.- Corresponde a las personas sensibles detenerse a pensar que la razón de su existencia en el medio social dominicano no debe limitarse a compadecerse, sino batallar para que impere la alegría. 

7.- En el territorio nacional, y no en el espacio sideral, están las fuerzas motrices llamadas a hacer desaparecer el modelo económico que tiene a las masas populares  hundidas en la pobreza. 

8.- Para que la mayoría de las dominicanas y los dominicanos vivan con dignidad no debemos limitarnos a la simple crítica. Hay que actuar, decidirse por impugnar con acciones que pongan en entredicho el vigente régimen económico.

9.- Si la minoría nacional gobierna sin tropiezos, es porque los oprimidos se mantienen resignados y sin aliados que hagan causa común con los indignados.

10.- Los sectores democráticos permanecer inactivos, es no cumplir su rol de piedras angulares en todas las direcciones del progreso social, como es su deber. 

11.- Hasta ahora, se está comprobando que el pensamiento progresista del país está disperso, lo que impide coordinar acciones comunes contrarias al imperante dominio de los grupos más retrógrados.

12.- Decidirse por integrarse a la lucha social, es cuestión de convicciones. Es  sentirse obligado a trabajar políticamente para que gente con nuevos ideales dirijan los destinos de la patria y lo hagan con decoro y respeto a la independencia y soberanía nacional.

13.- Lo mejor de nuestro pueblo, los que hoy llevan una vida de pesares, están necesitando de personas con fuerza de voluntad para bregar de manera decidida por cambios verdaderos que solo se logran con determinación y perseverancia hasta la victoria final.

14.- Aquí, y no en otro lugar, permanecen los activistas, los militantes que, con convencimiento, están comprometidos a que la situación actual no se prolongue más por falta de resolución y cumplimiento del deber cívico y social.

15.- Las condiciones de pobreza que arrastra nuestra gente, no es para mujeres y hombres de ideas renovadoras comportarse políticamente serenos, en calma, suave, muy sosegados.

16.- La felicidad de la mayoría del pueblo dominicano depende de quienes no tienen nada que ver con el retardo y la ausencia de avance y desarrollo humano