Por Ramón Antonio Veras (Negro)

Aceptar la situación actual, o enfrentarla

1.-  Desde el momento en que el planeta tierra se enfrió lo suficiente para ser habitado,  la especie humana ha estado en lucha para satisfacer sus necesidades.

2.- Salir de la esclavitud, superar el feudalismo y alcanzar el capitalismo, fue un largo proceso de batallas sociales en procura de una mejor vida.

3.- Aunque los ideólogos defensores del capitalismo creen que con la presencia de este sistema terminó la sucesión de los regímenes económicos y sociales, la realidad de la vida demuestra que no es así.

4.- Lo que dice la práctica es que, luego del capitalismo, viene el socialismo que, de acuerdo con leyes objetivas, reemplaza al capitalismo. Esto es lo que se ha comprobado en los hechos, no por invención alguna.

5.- Lo que queremos destacar con las explicaciones anteriores es que el ser humano, históricamente, ha estado bregando para crear las condiciones para un profundo mejoramiento del bienestar material y cultural.

6.- Poco importa que el capitalismo se ha desarrollado hasta llegar a ser, en su fase superior y última, imperialismo. Su desaparición es inexorable, porque mientras más avanza, más agiliza su descomposición y destrucción.

7.- Los razonamientos anteriores permiten ubicarnos en el ambiente nacional dominicano, y motivarnos para exponer lo que procuramos plantear con relación a la situación actual de nuestro país.

8.- La mucha hambre, la notoria pobreza, el fenómeno de la corrupción y otras lacras sociales, por sí solas, no van a desaparecer de la sociedad dominicana. Hay que combatirlas.

9.- No es cuestión de que nos repugna la forma como está organizada la sociedad dominicana. Lo que cuenta es accionar para hacerla desaparecer y sobre sus cenizas levantar otra nueva que nos agrade, que sea atractiva, viable. 

10.- La vida material y espiritual que está llevando la mayoría de la población dominicana es indignante, mantiene a la gente en estado de exasperación.

11.- La respuesta a un orden social irritante, no es el enojo, la furia, sino la lucha activa, militante, para hacerlo desaparecer, y así traer la alegría.

12.- Los esclavos no se hubieran liberado de la esclavitud con simples lamentos e indignación. Fue necesaria la lucha, ir a la contienda por la liberación contra la opresión.

13.-  El dominicano no está hoy en condición de esclavo, pero no bastan los grilletes para decidirse a enfrentar lo que reduce a la persona en su existencia digna.

14.-  En ninguna época las clases dominantes han cedido el poder de manera graciosa, en un acto festivo, y en nuestro país no será la excepción. Si no hay lucha, se mantendrá todo como está, de mal en peor.

15.- Las dominicanas y los dominicanos no conformes con las condiciones bajo las cuales están padeciendo, solamente les queda una salida: luchar para superar las dificultades que les hacen  su vida desgraciada.16.- En el medio dominicano, cada quien debe tomar la decisión que le dicta su conciencia. Aceptar lo mal que está, si cree conveniente hacer como el esclavo sumiso que gozaba arrullando sus cadenas, o ponerse en pie de lucha. No hay de otra.