VENTAJAS DE LA DECISIÓN OPORTUNA

Por José Tavárez

La capacidad de tomar decisiones en el momento más adecuado y conveniente es crucial en diversos aspectos de la vida. Esta habilidad no solo influye en el éxito y la eficiencia, sino que también puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y en la
productividad de las relaciones interpersonales. En el ámbito profesional, la toma de decisiones oportunas es esencial para el buen funcionamiento de cualquier organización. Los líderes y gerentes que pueden evaluar rápidamente las situaciones y tomar decisiones informadas son capaces de mantener el flujo de trabajo, evitar retrasos y minimizar riesgos. En la empresa, esta actitud fortalece la implementación de una nueva estrategia, que puede ser la diferencia entre superar a la competencia o quedarse atrás. Además, la capacidad de tomar decisiones rápidas y efectivas puede mejorar la moral del equipo, ya que los empleados confían en la dirección
y sienten que sus esfuerzos están alineados con objetivos claros y alcanzables. En lo personal, tomar decisiones a tiempo puede prevenir situaciones de estrés y ansiedad. Cuando las personas postergan decisiones importantes, como elegir una carrera, mudarse a una nueva ciudad o resolver conflictos familiares, pueden experimentar incertidumbre y preocupación. Las decisiones oportunas permiten avanzar
con confianza y claridad, lo que contribuye a una mayor satisfacción y bienestar general. En situaciones de emergencia, la capacidad de tomar decisiones rápidas y acertadas puede ser literalmente una cuestión de vida o muerte. Los profesionales de la salud, los bomberos y otros trabajadores de emergencia deben evaluar rápidamente las circunstancias y actuar de inmediato para salvar vidas y proteger bienes. La formación y la experiencia juegan un papel crucial en la capacidad de estos profesionales para tomar decisiones bajo presión, pero la importancia de la toma de decisiones oportunas es
evidente en cualquier contexto en el que la seguridad y el bienestar estén en juego. Tanto como sea posible, debemos evitar la procrastinación, ese hábito de retrasar tareas o decisiones, posponiéndolas para más tarde. Conviene evitar la ansiedad y el temor a fracasar, que nos quitan el impulso, aumentan nuestras dudas y afectan sensiblemente la capacidad para decidir sobre asuntos importantes. En la parábola bíblica de los talentos (Mt. 25, 14-30), vemos cómo se penaliza al «siervo inútil» que escondió el talento por
temor al fracaso. «No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy», reza el dicho popular. Tomar la decisión en el momento justo contribuye al logro de mejores resultados, porque mejora
la eficiencia, reduce el estrés, fortalece las relaciones interpersonales e incluso puede salvar vidas.