Por Ramón Antonio Veras
Sindicatos y gremios dirigidos sin transparencia
1.- De manera reiterativa, repetidamente, una y otra vez, pienso y manifiesto por escrito que el material humano que en un pasado reciente se desempeñó en la lucha social lo hizo con total entrega y absoluta honestidad.
2.- La mujer o el hombre que ayer estaba al frente de una asociación, gremio, sindicato o federación, se manejaba puro, probo, limpio, transparente y con la mayor pulcritud.
3.- La dirigente o el dirigente del sindicato, en el pasado, siempre se comportó consciente de que estaba administrando recursos económicos del colectivo, no suyos, y que, por tanto, debía de abstenerse de vincular su nombre con los dineros y cuentas bancarias de la organización que presidía.
4.- La limpieza debe ser la piedra de toque en todo lo relacionado con el organismo que agrupa a personas de un mismo sector laboral o profesional. Lo limpio completa lo adecentado.
5.- La persona que asume la condición de dirigir órganos públicos, privados, gremiales o de la sociedad civil debe estar dominada por la integridad, exhibir indudable honestidad, ser honrada por entero y moverse siempre dentro de lo correcto.
6.- Cualquier acto que ponga en entredicho la conducta de quien dirige un colectivo, de inmediato, debe ser aclarado, porque la diafanidad, lucidez, pureza y nitidez se ensucian con la opacidad, borrosidad y turbidez.
7.- La confianza que la sociedad pone en el primer mandatario de la nación viene a ser algo semejante a lo que los integrantes de un gremio hacen con su máximo dirigente: confiar, creer, fiarse, entregarse de buena fe, ponerse en manos de otro.
8.- Cuando el dirigente de un organismo llega al mismo, es porque goza de confianza, lo que resulta de familiaridad, intimidad, franqueza, llaneza y sincero aliento.
9.- Aquel que elige a un dirigente se entrega, abandona su voluntad para ponerse a lo que decida la del escogido. Es confiarse, entregarse a lo que un tercero ejecute.
10.- Aquel que no honra la intención de quien lo consideró fiel, es un desleal, practica la doblez. En eso termina el dirigente del gremio que burla la sana voluntad de sus compañeros.
11.- La Asociación de Abogados de Santiago, fundada en junio de 1967, en la sala de un tribunal ubicado en el Palacio de Justicia de Santiago.
12.- De ese gremio de los profesionales del derecho, en Santiago, en su directiva desempeñé las funciones de vocal, secretario y en dos ocasiones elegido por unanimidad como su presidente.
13.- En el curso de una de mis gestiones, fue construido el Patio Español con recursos provenientes de donaciones efectuadas por personas físicas y morales de Santiago de los Caballeros.
14.- De los dineros recaudados, ni un solo centavo pasó por mis manos. Todo fue manejado por la tesorera desde una cuenta, en una institución bancaria de Santiago, a nombre del gremio de los abogados y abogados. Al final fue publicado y dado a conocer un informe en una asamblea convocada para explicar en qué se había gastado el más mínimo chele.
15.- Todos y cada uno de los que estábamos al frente de la directiva de la Asociación de Abogados de Santiago, sabíamos que desempeñábamos funciones delegadas por colegas que tenían legítimo derecho a saber en qué y cómo fueron invertidos los valores recaudados.
16.- Así como operó la Asociación de Abogados de Santiago, procedían los directivos de sindicatos y asociaciones de otra época. Lo importante en la vida es actuar cristalino, manifiesto, nítido y límpido, para que todo se vea de cerca y de lejos.