Por Ramón Antonio Veras

El gobierno dominicano y su política exterior de sumisión

1.- Lo que se conoce como capital monopolista de Estado y ejerce control sobre la economía, la política y todas las instituciones estadounidenses, no procura nada beneficioso para nuestras naciones.

2.- Los pueblos de América Latina y el Caribe, ubicados en la región más desigual del planeta tierra, no logran provecho alguno en alianza impúdica con Estados Unidos, a no ser perder sus riquezas naturales, independencia y soberanía.

3.- A los países de por aquí, bajo control imperial, solamente les queda hacerse dueños de su propio destino para así crear espacio adecuado para la liberación nacional.

4.- A nuestra gente la mantienen con la falsa creencia de que gozamos del derecho a decidir por nosotros mismos, pero resulta que aquí  la autodeterminación es una ficción, una apariencia.

5.- La generalidad de los gobiernos que padecen nuestras comunidades carecen de la facultad de regir a discreción sus intereses específicos, incluyendo la dirección del Estado.

6.- La diplomacia, el conjunto de métodos y formas aplicadas en las relaciones con Estados extranjeros, entre nosotros está condicionada a la conveniencia de Washington.

 7.- Se comprueba con suma facilidad que el gobierno dominicano carece de real autonomía  en sus decisiones de política exterior.

8.- La independencia nacional y la autodeterminación del pueblo dominicano están limitadas a los deseos, a los intereses del capital monopolista del Estado norteamericano y sus ramificaciones.

9.- No hay que ser un experto en política internacional para darse cuenta de que la diplomacia del Estado dominicano está supeditada a lo que es la voluntad del imperio de occidente.

10.- La República Dominicana y Venezuela no tenían contradicciones insalvables que llevaran al gobierno de Luis Abinader a tomar medidas como fue la entrega a Estados Unidos de dos aviones venezolanos que se encontraban en territorio nacional dominicano.

11.- La reciente reunión en nuestro país de la derecha internacional y el candidato de Estados Unidos en las elecciones del 28 de julio de 2024, en Venezuela, responde a una conjura.

12.- La presencia aquí de anteriores presidentes latinoamericanos y caribeños, coincidiendo con la toma de posesión de Nicolás Maduro, el 10 de enero en curso, es una clara demostración de que esos visitantes fueron convocados a los fines de hacer  la misma bulla que hizo María Corina Machado y sus iguales, atendiendo a consignas previamente elaboradas.

13.- El gobierno dominicano no debe prestarse para discordar, sembrar enemistad y causar desavenencias, para hacerse el gracioso ante los Estados Unidos. La sumisión, el doblegamiento, estar de aborregados, no cuadra en la mente de los nuestros.

14.- El imperio de occidente utiliza todos los medios para impulsar política de choque, de disensión y rencillas contra gobiernos que han decidido recuperar su independencia y soberanía plena.

15.- A la administración de Luis Abinader le hace bien generar una línea política exterior de concordia, avenencia, de afinidad, jamás de contradicción y rencillas sin sentido.

16.- El pueblo dominicano merece contar con un gobierno que sea respetuoso de la autodeterminación, independencia y soberanía de cada país, sin tomar en cuenta el régimen económico que predomina en la sociedad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *