Por José Tavárez

MINDFULNESS: MÁS QUE UNA TERAPIA EFECTIVA

La cápsula anterior nos mostró, a grandes rasgos, cómo el mindfulness o atención plena puede
contribuir al bienestar personal, ayudando a las personas a lidiar con el estrés, los procesos ansiosos,
trastornos del ánimo, ataques de pánico y trastornos del sueño. Por el interés suscitado en torno al
tema, hoy entraremos en algunas concreciones relacionadas con la aplicación de esta herramienta,
que se apoya en tres pilares básicos: atención a la respiración, exploración corporal y aceptación plena
de la realidad.

  1. Atención a la Respiración: Aunque los humanos respiramos cada 4 segundos, rara vez somos
    conscientes de este acto involuntario que posibilita la vida. La técnica de atención plena vuelve
    consciente la respiración. Al inhalar y expeler el aire llevamos mayor cantidad de oxígeno a las
    células, particularmente a las del cerebro, volviéndolas más eficientes. Asimismo, al poner en primer
    plano la acción de respirar, no queda espacio para los pensamientos intrusivos que generan
    ansiedad, pánico o estrés. El procedimiento recomendado conlleva los siguientes pasos:
  • Escoger un lugar tranquilo en el que sea posible sentarse cómodamente.
  • Cerrar los ojos y concentrarse en la respiración.
  • Imaginar cómo el aire entra y sale de los pulmones.
  • Cuando el pensamiento se distraiga con algún contenido negativo, volver lentamente a
    la respiración. Repetir el proceso cada vez que ocurra una distracción.
  • Dedicar un momento del día para esta práctica, hasta convertirla en un hábito.
  1. Exploración Corporal: Nada nos ocurre sin la participación de nuestro cuerpo, él es testigo y la vez
    protagonista en cada evento que nos afecta, para bien o para mal. La práctica del mindfulness lo
    sabe, por eso le presta atención a cada parte del cuerpo. El mecanismo funciona así:
  • Procurar una superficie cómoda donde tenderse o sillón reclinable donde reposar la
    cabeza.
  • Imaginar que se realiza un escaneo completo del cuerpo.
  • Tomar conciencia de forma sistemática de cada parte del cuerpo, desde los pies hasta la
    cabeza. Esto contribuirá a avivar la conciencia corporal y contribuirá a relajarse.
  1. Aceptación Plena de la Realidad: Se trata de la actitud central del mindfulness, que consiste en ser
    consciente de las circunstancias presentes, abrirse a ellas y aceptarlas tal como son. Esto conlleva
    detalles como los siguientes:
  • Aceptar no significa resignación, sino comprensión profunda de la realidad.
  • Evaluar los hechos de manera asertiva, despojándolos de los añadidos irracionales y
    emotivos que los pudieran contaminar.
  • Emprender las acciones pertinentes, sabiendo que existen situaciones para las cuales
    carecemos de respuestas inmediatas. La paciencia es una aliada del éxito y del bienestar.