Por Avelino García
Llegar hasta el lugar donde ha llegado ha costado mucha entrega, mucho esfuerzo, mucha fe, mucha disciplina y mucha perseverancia. Niños y jóvenes, estoy seguro que hoy todos quieren estar en el lugar de Marileidy, pero para llegar ahí hay que transitar el camino que ella transitó. La gran lección es que a pesar de ser pobre, de no tener para el pasaje, de no tener para comprar una bebida hidratante y ni siquiera para agua… ella siguió hacia adelante y les ganó a los obstáculos. Hoy todos damos gracias a Dios y compartimos su justa y sana alegría.
