Por José Tavárez

Importancia de la Filosofía

Como profesor de filosofía con muchos años de experiencia, sé que la mayoría de los
estudiantes llegan con la idea de que esta asignatura carece de importancia. La toman
porque es obligatoria para poder seguir avanzando en sus respectivas carreras. Es
por lo que suelo iniciar cada curso con una charla motivacional sobre el valor de la
filosofía.
Para ambientar y animar la discusión, empiezo por contrastar la sociedad primitiva
con la civilización actual, concluyendo que todo cuanto existe hoy ha sido hecho por
los humanos con la finalidad de mejorar su existencia y alcanzar la felicidad. Mientras
les explico, voy dibujando en la pizarra el recorrido que va desde el individuo hasta
la felicidad, que es la meta.
En la ilustración he dejado un cuadro con un signo de interrogación entre la figura
humana y los objetos (teléfonos, autos, etc.). Con una pregunta los invito a reflexionar
señalando la interrogante: ¿qué es esto sin lo cual no existiría ciencia, tecnología o
felicidad? Después de varios intentos, terminan por indicar que es el pensamiento,
las ideas, etc. En ese punto les amplío diciéndoles que también están los valores, las
actitudes y el ámbito emocional, todo lo cual pertenece al reino de la filosofía.
Con otras preguntas y ejemplos de la vida real, los animo a participar en la discusión
donde se muestra cómo la filosofía está en la base de las realizaciones humanas y la
apuesta por la felicidad; cómo su ausencia lleva a una existencia mediocre, al fracaso
y a la infelicidad. Justo el día anterior se produjeron dos feminicidios, eventos que
tomé para ilustrar cómo, si pudiéramos regresar al minuto previo a la ocurrencia de
estos hechos, y se les diera la oportunidad de pensar en las consecuencias y razonar
con serenidad, aquellos feminicidas jamás actuarían de esa forma.
Una estudiante planteó que estos sujetos habían pensado y decidido cometer el
crimen y que de hecho lo volverían a hacer si tuvieran la oportunidad, otros la
apoyaron. Mi reflexión fue que cuando el hombre actúa con ira, obnubilado por la
pasión, su racionalidad se anula para dar paso al instinto, que compartimos con el
puro animal.
La filosofía es la única asignatura, concluyo diciéndoles, que les puede enseñar a vivir
de forma sabia, ofreciéndoles pautas para alcanzar la felicidad que, dicho sea de
paso, no la garantizan los bienes materiales por cuantiosos que estos sean.