Diversas interpretaciones ha dejado el accidente que le costó la vida a 13 personas y número indeterminado de heridos durante un teteo o fiesta callejera en horas de la madre.

Entre las interpretaciones llegan las teorías de la falta de autoridad y la irresponsabilidad ciudadana que instalan negocios en las calles.

También hablan de la inobservancia de las autoridades que promueven y permiten esos establecimientos.

Las fiestas patronales de Las Yayas, de Azua, concluyeron en tragedia cuando la madrugada del domingo el conductor de un camión cargado de aguacates embistió a un grupo de personas que participaban de las celebraciones frente a un colmado, en la carretera Sánchez, con saldo de al menos seis muertos y 32 heridos.

El luctuoso accidente acaeció en la comunidad de Bastidas, distrito municipal de Villarpando, donde un gentío prolongó los festejos por las patronales de ese poblado, justo sobre la vía por donde transitaba el vehículo.

En todas partes donde se celebran fiestas patronales, la gente se vuelca hacia calles, avenidas y carreteras, aún sean troncales, porque se trata del festejo más concurrido en esos pueblos, donde se consume alcohol, por lo que autoridades locales tratan de regularizar o desviar el tránsito.

Es temprano aún para precisar las causas de tan infausto accidente, si se produjo por fallas en los frenos del camión o si se trató de una imprudencia del conductor, lo que conlleva al delito de homicidio involuntario, pero en cualquier caso, Azua llora hoy a sus muertos y la sociedad toda expresa consternación.