Djovany Michel afirma en su cuenta de X que la inseguridad en Haití se debe a una lucha existente entre los empresarios Gilbert Bigio y Édouard Baussan por el control de los puertos, poniendo al país de rodillas con decenas de casos de asesinatos por día.

Édouard Baussan y Gilbert Bigio financian a los políticos para que tengan pleno poder político. Además, durante el reinado de Michel Martelly, Gilbert Bigio controlaba todo. Por ejemplo, Port Lafito, construido con dinero de los contribuyentes, fue entregado a Gilbert Bigio sin condiciones reales.

Para proteger sus intereses, Gilbert Bigio creó junto con Michel Martelly la coalición de bandas “G9 an fanmi e alye” dirigida por Jimmy Chérisier, alias Barbecue.

Para frustrar a Bigio, Édouard Baussan y sus aliados también crearon una coalición de bandas llamada «Gpep», que luchaban constantemente con el G9 por el control del territorio, con el fin de controlar los distritos donde se encuentran los puertos de sus jefes y bloquear el camino hacia sus competidores.

Desde hace meses, el G9 y el Gpep se han unido para formar una única coalición denominada “Viv Ansanm”. Las pandillas se independizan y ahora los oligarcas corruptos negocian y pagan a las pandillas para proteger sus intereses bajo el silencio de las autoridades también controladas por estos empresarios.

Habiendo llegado demasiado lejos en los crímenes, las bandas desean obtener la amnistía. Para hacer oír su voz matan, violan a ciudadanos, saquean, queman casas en zonas bajo su control y también buscan instalar a su propio presidente en Palacio Nacional para lograr su objetivo.

Otro

Wiclef Jean, recaudó 16 millones de dólares con la fundación “Yélé Ayiti”, tras el terrible terremoto del 12 de enero, que costó la vida a al menos 200.000 personas. Estos fondos fueron malversados ​​por Wiclef Jean y su primo Jerry Duplessis. Este dinero se utilizó para adquirir varias casas en Florida, … ( Estados Unidos) y se gastó en TéléMax. A pesar de las lágrimas de las familias de las víctimas y del mundo entero.

Hoy, a pesar de esta traición, el mismo Wilclef, buen amigo de Michel Martelly, finge estar entristecido por nuestra situación actual, de la que también es uno de los responsables.

Sí, Ariel Henry debe irse, pero debemos tener el coraje de recordarle a Wiclef Jean su pasado.