Cortesía Periódico hoy
Cuando el presidente estadounidense Joe Biden llegó a Kyiv en febrero de 2023 en una visita sorpresa para mostrar su solidaridad con Volodymyr Zelensky, su homólogo ucraniano, sonaban las sirenas antiaéreas.
“Sentí algo… más fuerte que nunca”, recordó él más tarde. “Estados Unidos es un faro para el mundo”.
El mundo ahora espera ver quién se hará cargo de este supuesto faro después de que los estadounidenses tomen su decisión en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
¿Seguirá Kamala Harris la idea de Biden de que en “estos tiempos inestables, está claro que Estados Unidos no puede retroceder”? ¿O se impondrá la idea de Donald Trump de que “el americanismo, no el globalismo” debe liderar el camino?
Vivimos en un mundo en el que la influencia global de Estados Unidos está en tela de juicio.
Las potencias regionales siguen su propio camino, los regímenes autocráticos están forjando sus propias alianzas y las devastadoras guerras en Gaza, Ucrania y otros lugares plantean preguntas incómodas sobre el papel de Washington.
Pero Estados Unidos es importante por su poderío económico y militar, y por su papel significativo en muchas alianzas.
Consultamos a algunos observadores informados para que nos dieran sus reflexiones sobre las consecuencias globales de esta elección tan importante.