Por Iván Reynoso
Pacto de Pedernales: Un Compromiso para el Desarrollo
El liderazgo político, social y económico de la República Dominicana es consciente de que con un 55% de informalidad en nuestra economía, alcanzar el anhelado desarrollo sigue siendo un desafío pendiente. Esta alta tasa de informalidad no solo representa un obstáculo para el crecimiento sostenible, sino también una fuga de recursos esenciales para financiarlo. Sin embargo, en un contexto de estabilidad y crecimiento, resulta difícil impulsar cambios que puedan afectar privilegios, incentivos y ventajas asociadas a esta situación.
La Constitución de San Cristóbal, no solo fue la primera constitución de la República Dominicana, sino que todavía guarda conceptos y principios que resultan vanguardistas para la sociedad actual. Los constituyentes, confinados en San Cristóbal, fueron capaces de articular un documento que ha trascendido en el tiempo como un referente de derechos y democracia para nuestro país.
Pedernales es uno de muchos ejemplos de las oportunidades que encierra nuestro país para impulsar su desarrollo y que solo aguardan por una voluntad que los ponga en marcha. Pudiera ser el espacio ideal para un nuevo pacto social.
Un nuevo pacto social mediante el cual identifiquemos las acciones necesarias para alcanzar una reducción progresiva de la informalidad y que los recursos generados por esta estrategia están directamente vinculados a objetivos claves para nuestro desarrollo, que permitan mejorar la competitividad, impulsar un modelo de desarrollo sostenible y sustentable a la vez de que propicie una mejora de los índices de desarrollo humano de la sociedad dominicana.
¨El Pacto de Pedernales¨pudiera ser ese acuerdo político, social y económico que ayude a establecer esa ruta de forma consensuada donde definitivamente quede erradicada de nuestro territorio la pobreza y el subdesarrollo.
El liderazgo político, social y económico presente tiene ante sí la oportunidad de ser un referente histórico. Ojalá tengan la capacidad de verlo, la gallardía de asumirlo, la entereza de soportar los sinsabores y tensiones que una discusión de esa dimensión ocasionará y marquen el punto de inflexión, para que la República Dominicana pase a formar parte del concierto de naciones desarrolladas del mundo.